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Barro a Secas: April 2006

Friday, April 28, 2006

Siempre estás diciendo que te vas


Que te vas (pam pa ram)

Que te vas (pam pa ram)

Vivo preparando mi equipaje, mismito que Raphael de España. Y esta vez tengo que anunciarles que me voy, pero no de viaje, esta vez me voy de a de veras.

Voy cruzando el río / sabes que te quiero / no hay mucho dinero / lo he pasado mal

Viajo a Madrid, a Paris, a Londres, a Corfú, a buscar pega. Obvio que en principio no de periodista, sospecho que buscando pega de botones me puede ir mejor.

Te vas por que yo quiero que te vayas/ a la hora que yo quiera, te detengo / yo sé que mi cariño te hace falta/ porque aunque quieras o no / yo soy tu dueño

Ok, qué me pasa con tanta canción cebolla?, y ésta más encima no entiende la situación. Si me voy es precisamente porque puedo hacerlo, porque no tengo dueño. Hace tiempo que me enamoro exclusivamente de extranjeros, esa ya era una señal bastante clara.

Los chilenos, no se lo tomen a mal, pero encuentro que somos aburridos. Que nos resignamos a nuestras panzas, nuestras películas pencas, nuestros domingos sin panorama. Las chilenas son más interesantes, pero para bien o para mal soy inmune a sus encantos. Chilenos y chilenas, entramos todos en decadencia muy pronto en nuestras vidas. Y yo a eso no estoy dispuesto a resignarme. Me declaro un mediocre en mediocre huida de la mediocridad.

O simplemente resulta que siempre toda la vida me he querido ir y que ya es hora que haga lo que siempre he querido hacer. Que está claro que si no aperro con el periodismo es porque no me emociona plantearme un futuro acá en Chilito, engrosando los bolsillos de gerentes generales.

Igual me siento mal por eso, por irme, muy mal.

Si no supiste amar/ ahora te puedes marchar (me dice Luismi)

Estoy consciente de irme en un buen momento, de irme de un país bien encaminado, me voy no como ecuatoriano, sino como australiano. Chato de la propia chatura más que chato de la chatura ambiente.

Si sueñas con Nueva York, y con Europa/ te quejas de nuestra gente y de su ropa/ vives amando el cine arte del Normandie...

Me voy y estoy recagado de susto, adios a las comodidades, adios a entender los chistes, adios a los huevoncitos, adios a la comodidad de no pagar por vivienda, lavado y alimentación (e internet).

Adios también a Transantiago y a Costanera norte y a Torre de Paulmann y a tunel bajo el San Cristóbal y Linea 3 del metro (que nunca fue). Adios Blondie, Bunker, 292 y Cinehoyts de La Reina.

Es hora de hacerse grande.

Pero vivir la vida loca de los adultos no me parece lo suficientemente interesante en Santiago de Chile. Así que me voy más lejos, me voy y no me lo creo, pero de que me voy me voy. (dije ya que me voy?)

Me va, me va, me va, me va, me va/ me va la vida, me va la gente de aquí y de allá

Díganme, estoy cometiendo una estupidez?

Isabel Brink me dijo que me fuera, Felipe Pumarino (maestro) me dijo una vez lo mismo, desconocidos me han dicho (en buena) que me vaya, conocidos me lo han dicho también(en buena, en mala y en talla, repetidas veces)

Si algo me pasa, no olviden: mi estrella no es de este mundo de vivos. Pero la causa que sigo, me asiste siempre donde hay un amigo. Yo también sigo mi destino manifiesto.

No voy a llorar y decir, que no merezco esto. Porque es probable que lo merezco, pero no lo quiero y por eso me voy. Qué lástima pero adios, me despido de ti, me voy (y a Julieta la pueden escuchar en el castpost de la barra izquierda)

So.... It's the final countdown, a month from today, a menos que cruce mal una calle y me atropellen. Pero aún en ese caso, igual me habré ido.
Tal vez debería hacer un blog especial...


A fin de cuentas, uno se va porque quiere, porque puede o porque tiene que irse.
Yo me voy por las tres cosas.





Wednesday, April 26, 2006

Todo sobre Bielorrusia



Calificada por los Estados Unidos como "la última tiranía restante en Europa" (oportunidades de invasión, digo, inversión, seguro ven aquí), en esta absurda búsqueda de correlatos territoriales existencialistas, se me ocurre que tal vez el país que más me identifica es Belarus, también conocido como Rusia Blanca, o Bielorrusia.

1994 fue un año crucial para este país y para mí, ese año me cambiaron de colegio y dejé de preocuparme de sacar buenas notas, mis amigos empezaron a pololear y a carretear duro y yo empecé a sentirme distinto a ellos, a aburrirme en las fiestas. Bueno pues ese año también, el actual líder Lukashenko llegó al poder, cuando Bielorrusia llevaba apenas 3 años como estado independiente lejos de la madre Rusia y de Moscú.

Los rusos blancos siempre fueron los más pálidos y remilgados de entre los soviéticos. En su capital, Minsk, la gente coleccionaba abrigos de piel y jarrones chinos. Ejem, la verdad es que no tengo la más minima idea acerca de Bielorrusia o de Minsk, veamos que me dice Wikipedia.

White russian es un trago, hecho con vodka, kahlúa y leche. La bebida favorita de Jeff Bridges en "El Gran Lebowski", de los hermanos Coen. También es un tipo de cogollo híbrido. "Ruso blanco" era un término despectivo entre los comunistas, que no olvidaban que en los primeros días de la revolución bolchevique los rusos blancos se alzaron contra Lenin y en favor de los Romanov, en la guerra civil rusa. Blanco por opuesto a rojo, y blanco también porque es el color de la monarquía.

White Russian también es el título de una canción de Marillion. No soy ningún fan de Marillion, pero me identifica lo que dice la letra, que procedo a traducir:

Adonde vamos desde aquí? Adonde vamos desde aquí?

Mientras más veo, mientras más escucho, cada vez disminuyen las respuestas
Cierro mi mente, lo arrojo todo afuera, pero ya sabes es cada vez más duro
Calmarse, y razonar, llegar a entender que es lo que me sucede
Estoy tenso, no puedo dormir por las noches, no puedo pretender que todo está bien
Mis ideales, mi sanidad mental, siento que me abandonan
Pero para alzarme y combatir sé que tenemos seis millones de razones

Es una canción sobre el advenimiento del Holocausto, y la importancia de hacerle frente a las tiranías antes que sea demasiado tarde. Sobre lo difícil que es resistir cuando las voluntades poderosas que nos gobiernan son voluntades destructoras.

Bielorrusia dicen en BBC news que está reconstruyendo la cortina de hierro, su frontera con Europa está llena de dinamita. Consultado por esto, y por la reciente medida de la UE de revocarle las visas de viaje a él y a todo su gabinete. Lukashenko declara que a él Europa le importa un cuesco, que Europa es el pasado mientras que él es el líder de una nación del futuro, y el futuro pasa por India y China.

Si claro, señor Lukashenko, háganos creer eso. Háganos creer que en Belarus se enseña hindi y chino en las escuelas. Lukashenko es todo caso es alto y guapo (se parece un poco a Paul Newman), y le lleva un bigote muy gracioso, que recuerda a otro bigote más gracioso todavía.

Hay bielorrusos famosos? pues claro que los hay. Está Irving Berlin, el compositor de esa canción tan famosa ("White Christmas") que podría servir como Himno Nacional bielorruso con sólo algunos retoques: "I'm dreaming of a white....Russia"

Luego está Marc Chagall, el famoso pintor simbolista folk de vacas y violinistas. Los nazis exterminaron casi totalmente a la población judía de Belarus, unos 2.2 millones. Chagall era judío, por suerte su familia puso huir a América. En la ciudad bielorrusa de Vitebsk hay un museo dedicado a él, curioso considerando que hasta su muerte Chagall fue considerado Persona Non Grata en su tierra natal. Curioso también que en este museo tengan obras suyas, con lo caras que cuestan. Claro, ahora entiendo, lo que tienen son litografías. Pero aún así, litografías pintadas en plena guerra fría, interesante.. Además tienen las ilustraciones que hizo en 1923 para una edición de "Las almas muertas", de Gogol. Anoten, si se encuentran en Vitebsk, la dirección es Pokrovskaia, 29. Imaginen que pasan por Vitebsk y no visitan la casa natal de Chagall, que vergüenza.
Menos populares, pero igualmente judíos, el escultor cinético Naum Gabo y el pintor expresionista Chaim Soutine también nacieron en Bielorrusia. Si yo fuera judío, creo que también me dedicaría al arte.

Y por último: Isaac Asimov, Louis B.Mayer, Menachem Begin, Alexander Medved, y nuestro querido Ignacio Domeyko, (que fue rector de la Universidad de Chile, y que en todo caso, se veía a si mismo como polaco) también nacieron en lo que hoy es Bielorrusia. Lo que lleva a uno a preguntarse: Hay algún bielorruso que haya sido profeta en su tierra?

Anatoly Chubais, pionero de las privatizaciones rusas, patrono de los oligarcas rusos y filthy rich himself, sería la excepción.
Gangster moderne, c'est juste ajouter quelques zéros

Así con Bielorrusia, triste historia la suya. No tiene costa Bielorrusia. Nazis y pogroms acabaron con sus artistas. Los papás de la tenista María Sharapova, que eran bielorrusos, se fueron a tener a su hija a Rusia huyendo del desastre de Chernobyl, que afectó fuertemente a la zona.

Siendo una de las pocas economías estatizadas que van quedando, no extraña que su tasa de desempleo sea del 2%. De todas las ex repúblicas soviéticas Belarus ostenta el mayor nivel de calidad de vida, aunque luego, como se determina eso?. De qué sirve tener un empleo si no puedes gastar tu sueldo en McDonald's? Mmmm, tal vez no estén tan mal después de todo. Por otro lado, esto también depende mucho de algo llamado libertad de expresión, cuya existencia en Belarus es cuestionable.

Según Wikipedia, tienen problemas de identidad. No saben bien qué son, en el pasado fueron rusos, polacos o lituanos, pero nunca fueron ellos mismos, nunca fueron independientes más que en leyendas eslavas de brujas caníbales y princesas rubias raptadas por los mongoles.

A Lukashenko, nostálgico de la URSS, le gustaría reunificar a su país con Rusia, pero en condiciones de igualdad. Rusia, que sabe Belarus depende de su gas natural, no está dispuesta a otorgarle demasiadas atribuciones. Por otro lado, Belarus está en plena ruta de los gaseoductos que conducen el gas natural ruso a Europa, principal mercado de Gazprom.

Es que los bielorrusos puede que no sepan bien quienes son, pero si algo saben es que su lugar en el mundo no es un lugar cualquiera. Y me remuerde un poco la conciencia basurear a Lukashenko, a quien muchos comparan con Pinochet. Pinochet estatista eslavo. Con prisioneros políticos y desapareciendo opositores. Una columna del Guardian lo defiende, dice que Occidente lo mira con malos ojos sólo porque le indigna que una economía controlada en un 80% por el Estado muestre índices económicos tan positivos (el salario real de los bielorrusos ha estado en alza por diez años, y solo en el 2005 aumentó un 24%, la pobreza se ha reducido a la mitad y la inflación se mantiene baja mientras Belarus muestra con
orgullo la distribución de ingresos más equitativa de la región).

It's the economy, stupid! Es la economía la que excusa a los dictadores frente a sus pueblos. Pasó con Pinochet, pasa con Lukashenko. Y luego, que el Estados Unidos de Bush Jr. te acuse de tirano, no es lo mismo que cuando lo hacía el Estados Unidos de Gerald Ford. A Bielorrusia, e incluso a Irán, me siento obligado a otorgarles el beneficio de la duda.

Mientras yo me doy vueltas los bolsillos del revés, el espíritu revolucionario
me invade...

Pero pronto se disipa.



Friday, April 21, 2006

Si fueras un país, qué país serías?


Este 21 de mayo, mientras Michelle Bachelet lea en cadena televisiva desde el Congreso su primer discurso presidencial; mientras las mujeres y los gays de Valparaíso se dediquen a cuartear a los marineritos que desfilan con uniforme blanco ajustado; los habitantes de Montenegro decidirán en un referéndum si siguen unidos a Serbia, o se independizan.

Si se independizan, este sería casi casi con seguridad el último mundial de fútbol en el cual los jugadores montenegrinos podrían meter goles. (Serbia y Montenegro forma parte del Grupo C, junto a Argentina, Costa de Marfil y Holanda).

Si votan a favor de la independencia, Montenegro haría su estreno en una Europa que desde 1994 no ha variado sus fronteras. En ese año compré el mapa gigante que todavía tengo en mi pieza, todo un carnaval de nuevas capitales para memorizar: Minsk, Sarajevo, Zagreb, Ljubliana, Tallin, Riga, Vilna, Skopje, Chisinau, Bratislava y Kiev. Praga y Belgrado se repetieron el plato, pero ahora bajo una bandera distinta.

Si, soy un nerd y está bien que lo sepan.

Y me hace feliz pensar que Montenegro se convierte en un país independiente, sobre todo porque no conozco a nadie que haya visitado su capital: Podgorica (ex Titograd).

Montenegro es un país pequeño, montañoso, con lagos, costa en el mar Adriático y un nombre peculiar que se lo dieron los venecianos. Ellos a su país lo llaman Crna Gora, que es Monte Negro en serbio. Antes de los venecianos, en los siglos XIV y XV, Montenegro era conocido con el Principado de Zeta. Simplemente demasiado cool que el último país del mundo en independizarse sea precisamente este, Zeta.

Y de los montenegrinos mismos, qué se puede decir? Pues que son los segundos más altos del mundo (después de los Nuba en Africa), o sea, que es un país chiquitito pero poblado por gigantones.

Tal vez por eso Montenegro fue el único país de los Balcanes que logró resistir (como la aldea de Asterix) a los turcos otomanos. En virtud de eso las potencias europeas le permitieron constituirse en reino en 1910. Poco les duró, en la primera guerra mundial apoyaron a Serbia, pero al rato se rindieron a Austria-Hungría. Resultado: terminaron con rey exiliado y país absorbido por el nuevo reino serbio de Yugoslavia.

Supongo que es fácil identificarse con Montenegro. Yo también quiero mi muy atrasada independencia. Yo también dudo muchas veces de mi PIB. Yo también creo que con la autonomía estaré mejor, pero no estoy 100% seguro. Yo también tengo mi fe puesta en la industria del turismo.

Si fueras un país, qué país serías?

Me gustaría ser Nueva Zelandia, o Noruega. Ser como cuando era chico y sacaba las mejores notas del curso. Me gustaría ser Irlanda o Finlandia, ser la revelación.

Siendo honestos, temo ser un poco Argentina. Un farsante entrampado con sus fantasmas. O Filipinas, rodeado de compañeros exitosos, pero sin las mismas aptitudes.

Por eso prefiero pensar que soy Montenegro. Chiquito, manejable, que todavía no nace siquiera. Quisiera pensar que puedo todavía hacer las cosas bien. Aprender a trabajar. Aprender a luchar. Rescatar mi voluntad del pozo. Conseguir que el FMI y la Santa Sede crean en mi.

Creer yo mismo en mi, enhorabuena. Eso amerita un referendum.

Sunday, April 16, 2006

El futuro...puedes olerlo?

(o como descifrar signos sin ser sabio competente)



Desde la mesa de la cocina, apoyados en una bandeja circular como todo en este mundo, me observan impertérritos los granos de uva más espléndidos que haya visto nunca en mi vida.

Son tan pero tan grandes, que mi hermano dice parecen cantimploras.

Cojo con los dedos al primero entre sus pares y con los dientes lo divido, es dulce. Algo me detiene en la cocina y me susurra que estos serán los granos de uva más grandes y sabrosos que comeré en toda mi vida.

Es un domingo de Pascua de esos ominosos, en que cada rincón de la casa parece esconder un huevito relleno con trozos de tu destino. Me siento en el sillón reclinable del living y contemplo sorprendido la procesión de partículas de polvo que se deslizan por la habitación iluminados por el sol de la tarde. La belleza de su sencilla danza me hipnotiza.

En cualquier momento estas partículas de polvo se pondrán de acuerdo y por un nanosegundo formarán la imagen exacta de la vía láctea, o de la ciudad de Santiago a medianoche, vista desde los cerros.

El silencio, un silencio azumagado de posibilidades, me acribilla uno por uno los miembros motores de mi voluntad acalambrada hasta que caigo dormido.

El futuro...tiene sonido? Puedes oir el swoosh! de la guadaña de la Parca o el aletear de la cigüeña? Hay alguna nota recóndita que indignada desafine en la armonía del universo cuando tomas una mala decisión, cuando cometes un pecado? Puedes oirla?

Yo me sugestiono y pienso que escucho cada vez más cerca un ruido de cascos sobre el pavimento, el chirriar de puertas que se cierran tras de mí, un temblor de tierra. Algo va a cambiar pronto, la situación se ha hecho insostenible. Aunque se me erizen de incertidumbre los vellos de la nuca. Saltaré con gracia o me daré un guatazo, pero esto ya toca a su fin.

Es un día distinto de la semana. Tomo la 237 y me bajo en Miguel Claro (pariente de Ricardo Claro?), me dirijo al consulado italiano a solicitar mi pasaporte. Lo necesito, más que nada, como amuleto.

Un grupo de gente variopinta se agolpa a la entrada, nos entregan números impresos en papel y nos van llamando de a tres cada vez. Mi turno llega junto a una viejita rubia que viene a buscar su pensión y a un joven de mi edad con pinta de modelo/futbolista.

El modelo/futbolista viene a renovar su pasaporte, le preguntan datos que pueden haber sido modificados en fecha reciente, su dirección, teléfono, estatura. "Mido un metro setenta y seis", dice, y me sorprendo, porque no es más alto que yo y yo siempre he creido medir 1.74 , me hago el propósito firme de decir cuando me pregunten que tengo 1.77.

Pero no será este día, como puedo ver en una hoja del diario mural, las fotos que he traido no sirven. La foto de pasaporte debe ser un close-up al rostro, con sólo el borde de los hombros visible. La foto que traigo alcanza a hacer alarde de la ausencia de corbata. Mejor, si al cabo tampoco me gustaba como me veía.

Sin nada más que hacer, y por no perder el tiempo, le pregunto a una muchacha morena de rostro angulado que espera en una silla cuáles son los requisitos para que me den el pasaporte. Estoy consciente de estar siendo coqueto, pero no lo puedo resistir. La muchacha me responde y yo replico con algún comentario ingenioso pero trivial, que la hace sonreir.

- Quieres irte a Italia? me pregunta
- Podría ser, le respondo. Y tú?

Andrea me cuenta que sí, que piensa postular a una de las becas que entrega su región, me dice que ella es socióloga.

- Y cuál es tu región?
- Mi familia es del sur, de Puglia

Puglia, el taco de la bota. Puglia, la región de Bari, Brindisi, Lecce y Otranto. Puglia, Meryl Streep en "Los Puentes de Madison" interpretaba a una italiana de Puglia, frustrada con sus sueños irrealizados en una granja de Iowa, adonde la llevó su novio militar estadounidense que conoció durante la guerra y con quien es feliz, pero no tanto.

Andrea me despierta de mis reflexiones con una mano que se posa con confianza meridional sobre mi rodilla. -"Y, tú, de qué región eres tú?"

Le respondo que del Piemonte, del norte de Italia. Omito comentar que en el Piemonte surgió en 1861 la Italia unida, omito que es una tierra rica y civilizada, tierra de la rica Nutella y los deliciosos agnolottis. Omito que Torino conserva sus románticos tranvías y acaba de inaugurar una línea del ferrocarril subterráneo para las olimpiadas de invierno. No digo nada de eso, pero no hace falta. Andrea me mira sabiendo que entre Puglia y Piemonte hay algo, o tiene por fuerza (de gravedad?)que haber algo. Se presenta entre nosotros una tensión como la que podría esperarse de una pareja de chilenos que se encuentren en Medio Oriente, siendo uno de Arica y el otro de Punta Arenas.

La miro a Andrea y pienso que me gustaría preñarla y tener con ella muchos hijos.

No es líbido, no es calentura, es el fruto de una infancia viendo "La casita en la pradera", que me despierta el instinto de la familia y la progenie. Andrea tiene el pelo negro y lacio, la tez pálida, los ojos chispeantes. Nuestros hijos serían unos modelos/futbolistas cualesquiera.

Antes de hacer nada estúpido como pedirle el teléfono, me retiro del consulado, ya sé que necesito traer unas fotos más formales.

Y camino entre árboles silenciosos, atravieso avenidas silenciosas con vehículos que aceleran en silencio. Pienso en los granos de uva, tan inflados que parece estuvieran a punto de reventar. Tan grandes que una vez convertidos en pasas nadie podrá comérselos.

El futuro...puedes olerlo? Es un aroma dulzón como el de la lavanda en Provenza o apesta a nitratos pútridos del desierto? Deja un rastro que seguir... el futuro? Se materializa bajo tus pies...? Es una cuerda invisible que alguien te tiende ? Es tuyo? Es de todos? Es de alguien?

El futuro y mi voluntad acalambrada y mi autoestima de porcelana y mis sueños bipolares. El futuro. El apetito. La vida. El miedo. Lo inexorable.

Y yo sé que si algo quiero es estar ahí, donde campean todas esas cosas. Y sonrío porque el plazo final, mi vida tranquila ya tocan a su fin, y me subo a una micro silenciosa para donde sea que me lleve en esta ciudad que se rehúsa a hablarme y que ha dañado mi olfato casi irremediablemente.

Friday, April 14, 2006

Feng Shui


Las piezas porfían por estar de vuelta en su sitio, pero la partida se encuentra detenida por culpa de un peón con crisis de identidad. Dicen que en el borde del tablero se abre una disyuntiva, que te puedes convertir en cualquier cosa, que eres libre, libre de libertad.

Importa la ubicación, importa el ambiente y el reflejo de la luz sobre los objetos.

Otra vez de vuelta en mi país rincón, con mi casa suburbana y mi habitación de allegado que como todo lo demás, no es realmente mío. Todo sigue aquí colgado al borde, borde, borde. Borderline. Donde todo está siempre a punto de acontecer, o de precipitarse hacia el abismo.

Chile es un país al borde. Quienes aquí llegaron pronto se dieron cuenta que este era el fin del recorrido, que más allá no había nada más. Los insoportables, los intolerantes, los que no se sienten cómodos en ningún sitio, se tuvieron que conformar con Chile como el lugar donde arraigar sus muecas de disgusto.

Living in the edge, you can't help yourself from falling (Aerosmith)

En el borde se es libre, libre de todo excepto del pánico de la existencia, una inclinación leve pero fatal, que te hace rodar hasta el borde de tu cama, que te despierta por las noches con el dulce sonido de una sierra eléctrica.

Feng Shui, la ubicación de los elementos es determinante, las energías que rebotan y los espejos que te roban el alma. El eco de tus palabras repetidas ad infinitum, como un buitre (un jote) que vuela en círculos sobre ti. "No", "no", "no", grita el buitre y no sabes si fuiste tú el primero en proferir ese "no", que ahora él parodia, o si en cambio fue enviado por tus enemigos para destruirte.

No eres bueno, no eres grato a los ojos, no eres joven ya, no eres suficientemente ingenioso, no eres aperrado, no tienes buena voz, no eres trabajador, no eres constante, no dices lo que sientes de verdad, no eres valiente, no eres digno, no eres nadie, no amas, no te involucras, no importas, no avanzas, no ayudas, no piensas, no vives, no existes.

Me paralizo, me llevo las manos a los oídos pero los distintos "no" resuenan todavía en mi cabeza, me hacen dar vueltas, me mareo, caigo y me tiendo en la cama a ver TV, la droga más barata del mercado.


"No" es una palabra maldita, inevitablemente se vuelve contra ti. De tanto decir No los padres se convierten en abuelos, y los niños mañosos en tiranos. Eso le pasó a Pinochet, que a costa de imponer negativas sobre toda una nación acabó amasando un "No" ecoico que lo sacaría del trono de un porrazo. Eso me pasa a mi, siento. Una nube de moscas con un "no" tatuado entre las alas me persigue cada vez que intento abrir una puerta y seguir un camino, no veo caminos, sólo veo moscas, moscas que zumban negaciones. No quedaste en la lista, no necesitamos gente, no pagamos, no das el ancho, no nos interesas.

Alguien sabe donde quedó el Raid?, quien fue el último que lo ocupó?

Fantaseo con salir de aquí, ya sea para huir de las moscas o para enfrentarlas al descampado. Sólo yo y ellas. Sin capacha, sin tregua, sin rendijas donde poner huevos. Fantaseo con el silencio, con un comienzo nuevo, con una oportunidad reluciente como una espada, un matamoscas recién comprado.

Fantasías de rincón, de voz baja, de poco aliento. Tal vez si cambio mi letra, tal vez si muevo la cama, tal vez si saco el televisor de la pieza, tal vez entonces sería distinto. Tal ves entonces quizá sería capaz de abrir la boca y dejarlas salir a todas, zumbando lejos, hasta perderse.

Wednesday, April 12, 2006

Zapallar


Me pregunto si no será una herejía menor, comer huevitos de chocolate antes del domingo de Pascua. Pero estaban ahí en la vitrina, envueltos en una bolsa decorada como una zanahoria, deliciosos y dulcísimos huevitos de chocolate Costa que me voy zampando uno a uno mientras bajo las escalas que conducen a la playa de Zapallar. Solitaria y espléndida en otoño.

Cuando venía para acá en un bus provincial pensaba, qué atrevimiento venir a Zapallar sin ser invitado! Zapallar es el balneario de la aristocracia chilena, cada casa tiene su apellido y las finanzas del pueblo marchan demasiado bien para necesitar de turistas. Su historia está marcado por ataques xenofóbicos contra los vecinos rascas de Papudo, de Los Andes, intrusos millonarios judíos y palestinos que no eran bienvenidos aquí.

Pero después del espectáculo de la pobreza en Bolivia necesitaba algo para compensar, necesitaba ir a un sitio de gente ambiciosa y celosa de sus riquezas, con jardines cuidados y jubilaciones envidiables, necesitaba Zapallar.

Resulta que es posible pasar la noche aquí sin ser invitado por alguna familia empingorotada, hay que ir primero al restorán del "Culebra", en la avenida principal del pueblo, donde está el liceo, al lado de la Copec, a unos diez minutos de la playa.

El Culebra es algo así como el alcalde alternativo de Zapallar, cuando camina por las calles los zapallarinos de overol lo saludan y se le acercan para pedirle trabajo. Según la Lonely Planet él es el único que arrienda acá piezas a turistas (hay un par de hoteles, pero están más al norte, camino de Papudo).

Le pregunto al Culebra qué pasa con las patentes de hotelería en Zapallar, que siendo un balneario encantador podría recibir a muchos turistas. Partiendo por los pocos que había en la playa, a quienes pregunté y me dijeron que habían buscado un hotel para quedarse, pero no habían encontrado ninguno.

El Culebra me dice que es muy difícil, que las patentes no se entregan, que hay muchas regulaciones. Él tuvo suerte porque se consiguió una patente antigua, de 1920, y gracias a eso tiene ahora su cabañita en calle El Alcalde, la está ampliando, ahora tiene 6 piezas, pero pronto serán 8, y le lleva sala de recepción con barra de licores y vista al oceano pacífico.

O sea, claro, si te para en punta de pies y estiras el cogote se ve el azul del mar, pero la cabaña queda harto lejos. Son 10 lucas por persona. Lo que sí, tienen baño privado, amplio y con ducha rica.

Harto lejos de la playa, pero da igual, porque tras un poco caminar ya estás rodeado de casas preciosas con jardines polinizados por colibríes y cuidadores lacónicos que quizá en que piensan mientras ven el atardecer tendidos en la hamaca de sus patrones multimillonarios.

Zapallar es romántica, imagino a mi chico que me espera en algún recodo con las maletas, pronto iremos bordeando el camino costero de piedra hasta el santuario de la naturaleza con ese árbol encima de ese promontorio que parece isla. Se siente bien estar en Zapallar, sabiendo que nadie se muere de hambre en las inmedianías, que hasta los perros callejeros se ven gordos y pitucos, que los pescadores artesanales lo hacen casi que por gusto, que no mucho ha cambiado aquí desde que Olegario Ovalle Vicuña loteó el fundo y lo repartió entre sus amigos diciendo, tomad y construid todos en él, y sed felices y comed perdices, reproducíos y cultivad vuestros jardines.

Los huevitos desparecen uno a uno en mi boca, sueño con ver aparecer a Pablo Simonetti o a algun otro Zapallarino que me contrate como instructor de colibríes, mientras las olas se azotan contras las rocas en gran estruendo.

Este es el final del viaje. Al sonar las campanas de medianoche, Cenicienta se ve reducida otra vez a sus harapos, sus corceles convertidos en puercos y su carroza en calabaza, o zapallo; ahora solo queda esperar que un zapato de cristal le calce, que agonía, esperar, que haría en su lugar una Cenicienta más proactiva?, una Cenicienta ambiciosa como Nice, determinada a lograr lo que quiere, sabiendo lo que quiere?

Ojalá se nos pegase, a mí y a Cenicienta, tomados de la mano en esta playa desierta, un poquito de la bucólica ambición que lleva a algunos a construirse una casa en las cercanías de Zapallar.

Saturday, April 08, 2006

This used to be my playground

Mi infancia la viví en un pueblito minero gringo, con forma de casco romano, en medio del desierto de Atacama, el pueblito todavía existe (aunque la fecha de cierre se aproxima) y se llama El Salvador.

Y ya que estaba en la zona, tomé un bus y fui a ver que tal.

Hace 16 años que abandoné mi pueblito de infancia, con mi perro de infancia y mi cielo de infancia sobrecargado de estrellas, ovnis y cometas. En El Salvador me hice mierda las rodillas tirándome rajado en bicicleta por sus calles desiertas en verano. Y en invierno, cuando a veces nevaba, nos tirábamos por las laderas de los cerros montados en bolsas de plástico. Y hablo en plural porque tuve una infancia en plural, con amigos de la cuadra, que nos pasabamos toda la tarde jugando hasta que anochecía y nunca nadie se preocupó de que pasáramos tanto tiempo afuera, porque en El Salvador no había peligro alguno.

No como en Santiago donde, todavía recuerdo, en las calles te cogotean los marihuaneros y está lleno de pacos torturadores y los autos andan disparados por las calles y por eso no podemos llevar al Rambo, porque seguro lo atropellan, en cambio aquí es feliz y da todas las vueltas que quiere por el pueblo y solo viene a casa a comer y a dormir.

Cuando el bus hizo la última curva tras subir la cuesta de Llanta no lo podía creer, el pueblo seguía exactamente igual.

Los mismos colores desteñidos, las mismas calles anchas, las mismas marcas comerciales, todo estaba igual. La panadería Bambino, la casa comercial Avalos y el Din de frente a la Plaza. El cine setentero que siempre tiene estrenos infantiles ("Valiant" reemplazaba a "El caldero mágico"). Los escalones a la parroquia, el estadio de Cobresal, la pulpería (que ahora es un supermercado Deca, pero sigue donde mismo). Los mismos juegos, el resfalín oxidado, las barras paralelas de las que me colgaba, la más alta ahora la alcanzaba sin tener que montarme a caballito de mis papás.

Eerie.

Y el sol que no calienta porque corre una brisa helada, El Salvador está en altura y el aire tiene una concentración de oxígeno inusual. Por algo es aquí adonde viene Erika Oliveira a entrenar para el maratón.

Caminé hasta mi casa en Montandón y luego hasta mi casa en Kelley. Recuerdo bien los nombres de las calles. La ciudad parece desierta, pero es porque los niños están en clases. Aunque igual, se ve menos gente. El hermoso ciprés de mi casa en Kelley 714 ya no existe, una vecina le había contado a mi madre que el árbol se vino abajo un invierno con todos sus coquitos. Tampoco está la mata de ruda y los grandes cactus de esos con que se hace Tequila que teníamos a la entrada. Saco fotos. Se abre una ventana del segundo piso y una señora me pregunta si necesito algo. Le digo que yo antes vivía ahí, sonríe y cierra la ventana.

En esa misma pieza... recuerdo bien, el terremoto del 85, la pared se trizó por todo el borde, la pared que separaba la pieza de mis papás y mi pieza. Yo tenía siete años y pensaba, qué es peor? que el muro me aplaste a mí o que los aplaste a ellos?. Por suerte no pasó nada.

El camino a la escuela sobre tierra desértica color gris aquínocrecenadaestoesdesiertodesierto, pasando frente al hospital donde trabajaba como enfermera mi tía Elizabeth, amiga de mi mamá del colegio, y lejos la mina más cool de El Salvador. Ella era la única persona que yo conocía que había viajado a Europa con una mochila y había visto a la Mona Lisa. Ella tenía una moto y le encantaba Soda Stereo. Una vez me llevó a dar vueltas en su moto. Ella se enamoró y se comprometió con un ingeniero en minas, un mes antes de la boda le detectaron cancer cerebral, igual se casaron, se casaron en la clínica, ella murió unos pocos días después.

Todo sigue igual, y con esta obsesión radial por los ochentas, se oye la misma música de entonces en las radios, qué impresionante, ahí está la sede del grupo scout, la casa de mi amiga Muni, por esta rambla se tiró su hermano en skateboard y chocó con un auto, yeso por varios meses. Por este tubo me tiré yo con mis pantalones blancos que se fueron derechito a la basura. Y acá está la Escuela 14, donde aprendí los números mixtos y las fracciones impropias, y el sistema digestivo y excretor, los moluscos bivalvos y univalvos, los ostrogodos, los visigodos y los godos a secas.

Ahí haciamos la kermesse, el póngale la cola al burro, la venta de waffles. Una vez le acerté una argolla a una botella de vino Rosé, y me la gané, claro que no me dejaron probarla.

El club Pampa, donde celebrabamos el fin de año con una crema de champignones, y la piscina, más pequeña de lo que recordaba. La cancha de Tenis, con la reja alta que la rodeaba y por sobre la cual yo siempre tiraba las pelotas, para tener que ir a buscarlas y aprovechar de comprarme una Pap para el calor.

El bibliotecario me dice que ahora todo es muy distinto. Que CODELCO trabaja con empresas subcontratistas, entonces son muy pocos los que disfrutan todavía de los enormes beneficios de ser empleado de la mayor empresa de Chile. Beneficios como asignación de vivienda, servicios básicos gratuitos, horarios comodísimos, atención médica gratuita, viajes a Santiago, créditos para comprarse un Jeep y participar del raid de Atacama. Ahora son muchos los mineros que viven en Diego de Almagro, que ha crecido mucho. La mina es posible que cierre, han anunciado, el 2008, pero la gente de acá todavía espera un milagro. Como el milagro que dio el nombre a El Salvador, que fue poblada con los habitantes de Potrerillos, un campamento cuprífero vecino que agotó sus reservas en la década del 50.

De mis amigos, el Felo, el Felipe, la Muni, la Karina, el Alvaro, el Juan, Carolina que se tragó una mosca, Hector y Lorena con quienes nos dabamos besos en el bus de kinder, Rodrigo al que siempre le colgaban los mocos, la Cati que en su casa armaron nido una pareja de jotes, María José que me encargó un verano que le cuidara su conejo a cambio de jugar con el castillo de he-Man de su hermano, Marcial que tenía todos los autitos MatchBox de la Galaxia, Jimmy que tenía a Megatrón y a Omega Supreme de los Transformers, la Mazda que nos invitó a todos a su piscina y nos dimos un atracón de helados en su cumpleaños, la Eugenia que era fanática de Luis Miguel y tenía la película de Fiebre de Amor con Lucerito, Jaime que me rompió mi figurita de Gárgamel, lo más seguro es que no quede ninguno en El Salvador. El bibliotecario me dice que él estaba en la época en que yo visitaba la biblioteca y leía revistas de Asterix. Y sobre la mesa precisamente veo un ejemplar gastado de Asterix y los Normandos.

El pasado está aquí, presente, inmediato, no tan mítico como lo recordaba, el pasado no guarda ningún propósito.

Y de repente el futuro parece tener más brillo, más color. Esta visita a la semilla parece señalarme sin margen de error que el camino sigue adelante, lejos de aquí, lejos donde? no tengo idea, mi yo niño esta feliz conmigo por haberlo llevado a viajar lejos, a lugares verdes. Mi yo niño no se ha cansado, no le incomoda la ausencia de sentido, para él todo es sensación.

Y me ajusto el cinto espacio temporal y viajo de vuelta al siglo XXIV.

Wednesday, April 05, 2006

Viva Atacama

Caldera fue una buena opción, es chiquita, es barata, es acogedora. Por mil pesos compras un vasito de jaiba desmenuzada con limón que te lo comes camino de Bahia Inglesa, la mejor playa de Chile.

Asi que a descansar un rato. Arena blanca, mar azul.

Sunday, April 02, 2006

Perico despeñascándose por Chile

Gastroenteritis en San Pedro de Atacama, de mañana a la Posta, a hacer la fila urgencia y pese al cólico, dejar que se me adelanten una pareja de niñitas que se agarraron de las mechas y se cayeron de una escalera en el colegio y se hicieron mierda la cara.

Receta: una inyección eterna en el trasero, antibióticos y sales para disolver en agua para evitar deshidratación.

Así que voy con una botella al museo de padre Le Paige, y con una botella a ocupar internet, y cambiar un libro de Amelie Nothomb por "The motorcycle diaries" del Che Guevara. Y me siento con la botella en la plaza donde los perros callejeros hacen un show para los forasteros y no piden monedas.

No es divertido estar enfermo. Y no es divertida una ciudad si estas enfermo en ella. Arrendé una Bicicleta y fui al Pucará de Quitor y al Tambo de Catarpe, muy bonitas las fotos, pero todo el tiempo las tripas me hacían retorcijones y por cruzar ríos me mojé los zapatos y llegué al pueblo en un estado tan lamentable que un par de matapiojos me tuvieron que hacer escolta y otros dos me tuvieron que empujar.

Y como me recomendaron tomar mucho líquido, pero el agua de San Pedro tiene arsénico, y San Pedro es cara, tome un bus para Calama.

Calama la puerta de entrada del prncipal contribuidor de riquezas del país, Calama de autos lindos y gente fea. En la plaza anunciaban show de Ruperto, yo quería ir a Chuquicamata, pero antes quería sacarme la mochila de encima y cero posibilidad. En todas las oficinas de buses anunciaban con carteles que ellos no hacian ese favor. Y tampoco cobraban por él. Al final una señora potoca me dijo que si la ayudaba a llevar a su tienda una bolsa pesada, ella me guardaba la mochila.La bolsa parecía estar cargada de lingotes de cobre, tuve que cambiar de mano tres veces y al final me entero que la jefa de la Potoca le dije que mejor no me guardan la mochila porque tienen que cerrar temprano este día, solución, le piden a la amiga peluquera que me la guarde en el baño clausurado de su local.

Grrrrr, de repente uno agarra mala onda con una ciudad, eso me pasó con Calama. La oficina de Información turística la atendía una vieja desagradable que me dijo no habían tours a Chuquicamata y luego me persiguió para que le llenara una encuesta. Los hoteles muy caros, el mall muy caro, tenían La Edad del hielo 2, pero solo doblada. Y luego, cuando quise ir al parque El Loa, tras caminar bajo el sol por 50 minutos, no encontré más que un sitio decadente con apenas sombra.

A la chucha Calama, tomé el siguiente bus para Antofagasta.

Y Antofagasta estaba de fiesta, viernes de ventas nocturnas, todo el mundo en las calles con bolsas. Yo me fui derechito al mar, Antofagasta, el sueño húmedo de Bolivia. Tenía la idea que había un proyecto bicentenario de paseo costero o algo así, de eso no vi nada, pero el mar, que poco cacha de aniversarios, seguía ahí, y a cada paso que yo daba para tocarlo se retiraba, hasta que de repente se devuelve y me moja entero. Ya sin zapatos secos, con el estómago acalambrado, los labios partidos y la espalda para la cagada, me fui al Mall y comí algo de comida china, porque estaba muriéndome de hambre. Que te pasa Chile conmigo?

Y me fui al borde del puerto y tenía que mear y en eso estoy, viendo como se forma una nubecita de orina en el agua, ya estaba oscuro, eran como las diez, cuando una roca se mueve y luego otra y de repente algo estalla a tres metros de mi, algo que resulta ser un lobo marino, grandote. Y las rocas, las rocas resulta que son 3, 4 , 7 tortugas acuáticas!!!!!!

Esto no aparecía en la guía, y no me lo creo, pero es real. Y las tortugas dan vueltas y sacan la cabeza y no son las tortugas hiperquinéticas de Nemo, o tal vez lo son y estan recobrando el aliento. Y luego hay otro bicho, rarísimo, pero es que sin luz no lo puedo distinguir, parece un tiburón martillo.

Y vuelta a la ciudad, Antofagasta se ve bonita y animada, mucha gente en las calles. Hasta que dan las doce y tomo el último bus del día, rumbo a Caldera.

A las 5:30 me despiertan, me preguntan si voy a Caldera y digo que si. Me dicen que el bus no entra a Caldera y que me van a dejar en la carretera. Que tan lejos estoy del centro? pregunto. Unos cinco minutos, nada más, me dicen.

Y el bus parte y yo bostezo, y está oscuro y hace frío y empiezo a caminar y pasan harto más de cinco minutos y la noche sigue tan oscura como antes.