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Barro a Secas: Predicadores callejeros maniacos

Sunday, October 30, 2005

Predicadores callejeros maniacos


Los Manic Streets Preachers han sacado un nuevo disco ("Lifeblood") y no puedo dejar de escucharlo. Los Manics son mi tipo de banda. El tipo de banda de rock que hace que uno se cuestione si es lo suficientemente digno de apreciarla. Exigente, tanto que aunque todos señalan sus inicios como su mejor época, (y a mí con sus inicios honestamente no me pasa mucho), igual los vuelvo a escuchar, esperando que de algún momento a otro me sobrevenga una revelación.

Los Manics a principios de los noventa eran medio punkies, se pintaban los ojos y cantaban canciones plagadas de obscenidades y nihilismo. Le cantaban a los jóvenes mineros desempleados y desencantados del país de Gales, su primer disco se llamó "Generation terrorists". Hasta que su guitarrista y letrista principal, Richey Edwards, desapareció misteriosa y literalmente de la faz de la Tierra (habría sido un suicidio, ya que este muchacho era bueno para tajearse y se sospecha que se lanzó al río Severn). Desde entonces han combinado sus arengas políticas con otras que hablan de la pérdida de su amigo perdido, algo que inevitablemente resuena en mis cavidades sanguíneas. Así por ejemplo, "Nobody loved you"

Never had the chance to take you home
Now there's no reason just another tomorrow
You keep giving me your free airmiles
What would I give just for one of your smiles

Nobody loved you
Nobody made you feel so alone...

La primera vez que oí de ellos fue en 1996, cuando se presentaron en el Top of The Pops de la BBC, cantando la imposiblemente épica "A design for life". Candidata a mejor canción de la década.

"I wish I had a bottle
Right here in my dirty face
To show the scars
To show from where I've been"
("Desearía tener una botella, aquí en mi sucia cara, para que las cicatrices se vieran, para mostrar de donde vengo").


Los Manics tienen discurso, es decir, le hacen honor a su nombre. Son intelectuales y guerrilleros y políticamente incorrectos. A veces dicen estupideces de las que después deben desdecirse ("Ojalá que a Michael Stipe le de Sida", "Deberían construir una autopista sobre Glastonbury"), aunque de hecho creo que les gusta hacer primero canciones muy comprometidas y luego otras muy alejadas de eso, solo para ver hasta que punto sus seguidores pisan el palito. Nicky Wire dijo a la revista Q: "Sé que la mitad de lo que digo es pura mierda, pero la mitad que no lo es es mucho más importante que lo que todos los demás están diciendo".


It's not my life anymore
Don't speak the truth anymore
All of the hope and the dreams
Ripped right open at the seams

I can't see right from my wrong
I've loved so much that I can't go on
(His last painting")

Si fui a Gales fue en gran parte por los Manics, y fue por ellos que pagué mi entrada al Millenium Stadium, donde se presentaron en la noche del Y2K, frente a 60.000 fanáticos. En el Auditorium de Cardiff escuché "You stole the sun from my heart", con los ojos húmedos mientras afuera llovía.

Los Manics son el tipo de músicos que si de cantarle a un pintor se trata no optan por Dalí, (como Mecano), o por Van Gogh (como Don McLean), sino por alguien tan poco familiar como Willem DeKooning ("Interiors"). Válgame si entiendo por qué razón. A los Manics les gusta arrojar enigmas. Y para ser fan uno tiene que saber mucho de historia, o bien también se aprende mucho de historia con los Manics. Sobre Patty Hearst y Baaden Meinhof, sobre Pat Robeson y Norman Mailer. Le han cantado a Elián González, a Richard Nixon, al Enola Gay y a Kevin Carter (el periodista fotógrafico sudafricano que se suicidó acosado por la imagen que le valió el Pulitzer, la de un buitre acechando a una niña sudanesa agonizante).

No conozco a otra banda que escriba una canción de amor y luego la titule "Glasnost". O que titulen a un album "The Holy Bible", les haga la portada Lucien Freud y adentro incluyan una canción titulada "IfWhiteAmericaToldTheTruthForOneDayIt'sWorldWouldFallApart". Si los Manics son snob, pues yo opino le dan al esnobismo buena fama. Y al mismo tiempo siguen teniendo arranques líricos de aquellos, como he comprobado con deleite en su último disco.

I live to fall asleep
It's when I stop the hate
I never want to dream
It infiltrates beauty

"Vivo para caer dormido, entonces el odio se detiene. Nunca deseo soñar, los sueños infiltran la belleza del vacío"

Ese es el tipo de líneas que me gustan, paso de la cocaína, denme más canciones de Nicky Wire, letrista de los Manics. Cantadas por la voz de James Dean Bradfield, capaz de comandar esos ejércitos de adolescentes inquietos que patean latas en mis sienes.

Just one thing before I get to sleep
Nothing here but the stains on my teeth
No not blood just liquid from you
I only wish it was the truth
("No surface all feeling")

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