Jailhouse Rock

Mi problema es la falta de voluntad, cómo moverse del punto A al punto B. Y no sirve que a uno le den consejos, ándate por aquí, toma el colectivo. Porque todo viaje exterior necesita de un viaje interior que lo acompañe, y si no, pues no hay traslado.

Hechos consumados, si un día despertase para descubrir que el planeta ha sido invadido por una raza extraterrestre, o que un tercio de la población va a morir de una nueva tuberculosis no entraría en pánico, no lo creo.

Me ha pasado en cambio algunos días lo de despertar y ver que todo sigue rotundamente igual y entonces sí, la presión insoportable sobre el tórax, el techo que da vueltas y las piernas que no reaccionan. Pero a todo se acostumbra el ser humano, somos infinitamente adaptables, para bien o para mal.

Me imagino que despierto y soy alcaide de un penal, perdido en la Patagonia.

No está mal ser alcaide, me digo. Pasar los años rodeado de criminales y carceleros, a cual más resentido.

No está mal. Me despierto y hace frío, pero encuentro mudas de ropa interior suficientes como para reemplazar la grasa que me falta. Desayuno unas tostadas con mermelada de calafate, café con un chorrito de leche de la zona, me asomo a la ventana y veo que el sol se levanta cansado y remolón aquí en el sur.

No me cuestiono que hago aquí, qué sentido tiene, en cambio pienso en la de actividades que podría organizar. Me caen bien los criminales. Antes de despertar aquí mi currículum tenía una laguna de años y años sin un trabajo estable, a veces pensaba que ese tiempo podría haberlo pasado encarcelado, pagando por algún delito menor. Prisión preventiva domiciliaria.

Ahora que soy alcaide las cosas van a cambiar aquí. Voy a comprar con mi sueldo varios DVDs para ver películas con los presos. Partiendo por todas las temporadas de OZ. Siguiendo con Papillon, Chicken Run, Stalag 17, The shawshank redemption, que ya no ocupa el puesto número 1 de las mejores películas de la historia según Imdb, ese lugar lo ocupa ahora El Padrino, que también sería parte del ciclo de cine carcelario/criminal.

Qué puede ser mejor que una cárcel para implementar proyectos académicos?, no habrá TV, y la única música será la que hagan los mismos presos, con instrumentos que ellos mismos fabricarán. Habrá talleres de música y artes manuales.

Pasarán el tiempo ejercitándose, tejiendo chalecos, armando muebles y leyendo: Falconer de John Cheever, mucha literatura judía del holocausto, biografías de Nelson Mandela, el Archipiélago Gulag, Crimen y Castigo, El Conde de Montecristo, mucha literatura "afroamericana" sobre la esclavitud y la lucha por los derechos civiles.

Y yo por mientras prepararía una traducción de Erewhon, la sátira de Samuel Butler sobre una sociedad que encarcela a los enfermos y a los criminales los mima en hospitales hasta que su salud moral se reestablezca.

Me dicen que muchos prisioneros son analfabetos y me indigno. Destinaré horas extras para que aprendan a leer y escribir, me da lo mismo a cuantos bebés hayan estrangulado. O sea, no me da lo mismo, me da una pena enorme.

Me dicen que hay muchas violaciones y violencia constante, para combatir eso se asignan beneficios a parejas que se acrediten como tales. Se enseña a los presos las maravillas del homosexualismo situacional. De esto resulta que los presos heterosexuales hacen más mérito para salir pronto, y los homosexuales empiezan a invertir en propiedades en la zona.

Habrán cámaras con circuito cerrado en todas las celdas y baños (se está evaluando la posibilidad de armar un sitio web y generar recursos extra de esta manera), aquellos presos de mejor conducta serán trasladados a celdas con colchón y tendrán acceso a la sal de juegos (Ping Pong y Taca Taca).

El resto de los presos tendrá que conformarse con jugar Go y Backgammon con semillas que ellos mismos cultivarán en un huerto.

Apesadumbrado por las condiciones de vida de los carcelarios, llego a un acuerdo de intercambio con la cárcel china de Chuanxi en Sichuan. Mandamos a nuestros carceleros chilenos con sus familias becados a la China a aprender chino mandarín. Y nosotros recibimos carceleros chinos muy simpáticos que nos hacen talleres (nuevamente participamos todos juntos) de Tai Chi, caligrafía, confucionismo y chino mandarín, por supuesto. Los mejores alumnos pueden acceder a las clases de artes marciales, que siempre les llamaron la atención.

La iniciativa funciona tan bien que ahora los presos salen con un currículum excelente para encontrar trabajo. Muchos cesantes empiezan a delinquir con la intención de ser aceptados en la "Prisión modelo".

Y entonces despierto.

Todo sigue igual. El polvo sobre los muebles, los calcetines debajo de la silla. El reloj que hace tic Tac, tic Tac, tic Tac.

Mi problema es la falta de voluntad.