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Barro a Secas: El gorro vikingo

Sunday, January 08, 2006

El gorro vikingo

Fui a ayudar a unos amigos con su mudanza.

No era tanto mover muebles (aunque algo de eso había) sino vigilar a los encargados del camión, que eran 4 o 5.

Uno de ellos era jovencito y muy guapo, más que guapo, era cute.

Al principio pensé, cresta 'Se da cuenta que lo estoy mirando mucho, como tan idiota no disimular más, además que es obvio que es hétero, entre que rapea en la escalera y que se rasca la panza bajo la polera sudada, es una panza cervecera de chico joven de efímera apostura, en un par de años ya no va a tener ni un brillo'

Imbécil, no me pude resistir tirarle un pseudopiropo con efecto: "Vai a quedar listo pa' la playa después que bajes ese sofá".

Me he puesto en la cabeza un gorro de Ricardo, plástico con cuernos, así tipo Asterix, que salió entre tanto cachureo. Maca me dice que me queda bien. Yo sé que me veo pintamonos, pero me gusta.

Me subo en el camión, ser capataz es aburrido, ahora ellos traen las cosas y yo las encajo, es como jugar al tetris. La enceradora? la enceradora? si la damos vuelta cabe justo.

Maca está preocupada por sus plantas. Mi plantita del dinero, tan frágil, no quiero que me la rompan.

Son cuatro pisos, sin ascensor. Hace calor más encima. Pero los dos jóvenes del grupo, guapo y nada de guapo, siguen cantando en la escalera. Los hueveo diciéndoles que están preparando los himnos de catequesis. Al fin logro que guapito se ría.

Ya está todo listo, pedimos que nos lleven, pero no hay espacio para todos adelante. Yo digo que me quiero ir atrás, que desde que vi Dumbo es mi sueño viajar en un trailer.

Ricardo se tiene que ir adelante para indicar el camino, Maca se viene atrás conmigo, y tras pensarlo un poco, los dos jóvenes se nos suman.

Vamos por Providencia y hago chistes Kerouac. Como que somos todos vagabundos y saltamos a este tren y no sabemos a donde iremos a parar, ni donde pasaremos la noche.

En una movida arriesgada, me saco el gorro vikingo y se lo pongo a Cute Recoleta Kid. El va sentado de costado con una pierna hacia la calle, le digo que salude a la gente, pa que crean que somos la avanzada de la Love Parade.

Cute Recoleta Kid se deja el gorro puesto. Sonríe más ahora que no está cargando pesadas cajas de libros.

Nos preguntan a mi y a Maca si ya terminamois los estudios y en qué trabajamos. Cuando se enteran que somos periodistas nos preguntan de qué tipo. CRK quiere ser técnico en prevención, y su amigo ("somos vecinos de cabros, de cuando eramos de esta altura") quiere estudiar algo así como filosofía.

El filósofo nos dice. Son periodistas, denuncien, denuncien.

Fuerte que nos digan eso.

Yo le digo a CRK que no mire a huevo ser técnico, Maca me apoya, hay técnico s que ganan mucho más que algunos profesionales, lejos.

Le pregunto a CRK si va a salir de vacaciones. Mi familia es de clase media y muchos años no se puede no más, pero usualmente si eres más "pobre" las vacaciones no te las quita nadie.

Tenía razón, CRK me dice que el año pasado fue a Chiloé con su mochila. Nos recomienda ir a Siete Tazas, que es rebonito, y hay un camping caro que cobra 5 lucas y otro que es gratis. En el caro son puros viejos, pero en el gratis todo pasando, con guitarras, rico, nos dice que lo pasó muy bien ahí con la polola.

Ok, tiene polola. Igual bien, me gusta que la gente linda se reproduzca. Igual no se ha quitado el gorro.

Llegamos, ahora hay ascensor, estamos todos visiblemente más animados.

Me voy en el ascensor un par de veces con CRK, apretados entre colchones, cajas y escritorios. Me devuelve el gorro, me lo pongo de nuevo.

No va a pasar nada. Which is just perfect. Me encanta esa tensión sexual casi imperceptible que surge a veces entre dos personas. Y puedo apostar que CRK ahora la siente tanto como yo.

(Como esa vez en La Caixa de Barcelona, Antoni el pintor de la risa horripilante. Era un guapetón en toda regla y le fui a meter conversa después que salió de la galería. Cada vez que se reía y yo no salía corriendo, sino que resistía heroico, se generaba esa misma tensión. El mero hecho de tolerar su alegría destemplada era prueba de que me gustaba, y eso lo hacía reirse más. No era necesario decir nada más para entender que there was something going on between us both)

Al despedirse, todos los maestros nos dan la mano. Todos salvo CRK.

Él mantiene la distancia, hace un saludo y nos dice chao. Al perderse por el pasillo le escucho decir:
"Je, el gorro vikingo!"

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