El Patas Negras

Un blog sirve para muchas cosas, sirve para desahogarse, para sentirse menos solo, pero sospecho que no sirve para buscar consejo moral.

Al menos cada vez que he posteado algo buscando escandalizar a los lectores y despertar "ese cura Opus que hay en ti", no he tenido resultado. Será que los conservadores son menos que lo que pensamos?, será que no leen blogs?

Me llegó mail de Jeff, ya obtuvo su título en Cambridge y ahora continua su carrera (que a mi me parece tan bien trazada) en Washington D.C., trabajando en un Think Tank demócrata. Mi amigo Jeff viene de esa América sindicalista que resiste hoy y siempre a las corporaciones invasoras. Mi amigo Jeff me sigue conmoviendo, por él prometo pensármelo mejor antes de abjurar de los Estados Unidos. Mi amigo Ricardo me ha dicho que los gringos son el pueblo más voluntarioso que existe, que ellos sí que se esfuerzan por cambiar las cosas. Y que son tolerantes, hasta en desmedro propio.

Mi amigo Jeff me pregunta si dejé muchos pololos (boyfriends) en Europa.

Me encantaría decirle que sí, en cierto modo la respuesta es sí, me enorgullezco de haber conocido gente maravillosa, hombres a quienes considero amigos y que estaría feliz de volver a ver. El sexo casual puede crear un lazo, en especial si estás de gira internacional. Y tengo sus mails, y nos hemos escrito, con Walter de Berlín, Carlo de Siena y Robert de Budapest; con Ricardo de Barcelona; con Iain de Escocia y Johannes de Viena, chicos straight adorables; con Calvin de Paris, que nunca nos vimos y me dice que lo lamenta y me promete visita a Chile.

Boyfriends? En potencia, seguro.

pero no puedo, no puedo rebajar el término. Tengo una concepción tal vez demasiado idealizada de lo que significa un boyfriend, y por eso mismo creo que nunca he tenido uno. Y tengo 27 años, es un tema que me afecta.

Ok, Jeff. Dejémoslo en que sí, tuve un montón de pololos en Europa.

Tanto tiempo aplicando nociones heterosexuales de lo que es una relación a mi realidad gay. Tal vez debería aceptar que no es lo mismo, que la monogamia y el matrimonio son instituciones ajenas que no me corresponden ni me convienen.

Conozco pocas parejas gays, uno de los dos (llamémosle Y) se acaba de conectar al messenger y me manda un emoticón que me guiña un ojo.

Yo sé lo que eso significa.

Su pololo está hace dos meses en Medio Oriente, hace unas tres semanas Y me invitó a ver una película al departamento, a las once de la noche.

No hay doble discurso, yo tenía ganas de lo mismo, ver una película y dormir abrazados y claro, gastar calorías entre medio.

No es turbio, o quizás sí, pero más de lo que creen. Nos conocimos los 3 hace más de un año e hicimos un trío. X, Y, Z. Chicos guapos de buen nivel, departamento en El Golf, burgueses y dentro del closet, pero jóvenes, fuera del ambiente y un encanto de pareja. Desde entonces me siento algo así como el "amante acreditado extraoficial", y pienso que en ausencia de X mejor que Y esté conmigo antes que con otro que su pololo no conozca.

Y no lo sé. Vacío moral. No sé si está mal. No se siente mal. Se siente tierno. la experiencia del trío no la volvimos a repetir, al chico de Medio Oriente le pareció demasiado bizarra. Ahora creo que a mí también.

Me trato de poner en su lugar, si yo tuviera un pololo, tendría celos de él?

Pero es más fácil ser gay, es fácil pensar que tu pololo sí puede tener sexo si es con alguien a quien conoces, en quien confías y que no tiene intención en quitártelo porque le encanta la pareja que ustedes forman.

Lo único que sé es que no tengo argumentos para decirle que no a Y cuando me sugiere que veamos otra película este jueves.

No es mi amigo, no podría hacerle esto a un amigo, no podría hacer esto con un amigo. Nos juntamos sabiendo que lo que hacemos está mal, y esperando en algún momento sentirnos sucios y desagradados, pero todavía no nos ha sucedido. He's a boy, and I'm a boy, and we're both feeling lonely, and that's just it. Intuyo que la líbido terminará por acabarse y nos juntaremos sólo para no dormir solos. Pasaremos de boys a friends sin nunca mezclar las cosas.

Pongo a los boyfriends en la misma categoría que los unicornios.

Si algún día veo uno correré nuevamente detrás de él.

Por mientras soy un patas negras, presto a disfrutar del calor de una cama King Size junto a un morochito bien trabajado que no habla mucho pero tiene unos ojos que te dejan en claro que no hace falta. Sin remordimientos.

Y por la mañana bajaré en el ascensor, me despediré del conserje que siempre me trata muy bien, que dudo mucho sospeche algo, y caminaré por las callecitas de El Bosque, jurando que vi pasar uno por ahí, que lo vi esconderse en el antejardín de esa casa que está junto al Friday's, que en medio de las sombras alcancé a divisar el brillo de su cuerno solitario.