Alea Jacta Est

(suenan: "Días de tormenta" de Christina Rosenvinge, y "Want", de Rufus Wainwright)

La suerte esta echada, está echada a dormir en un callejón y no sé si hago mejor dejándola dormir la mona o si ya vale la pena probar a despertarla con un chorro de agua fría.

Di el examen de la Academia, Examen de Alternativas sobre Cultura General y Conocimientos Específicos. Estaba difícil, pero igual fui el primero en terminarlo. No tenía sentido demorarse más, uno sabe lo que sabe y el resto es jugar al loto. Así de simple.

Pregunta 98: A cuanto ascendió la inversión extranjera en Chile el año pasado? a)U$12mil millones, b)U$4mil millones, c) U$25mil millones, d)U$6mil millones o e)U$10mil millones

A ver, la respuesta correcta no es nunca ni la mayor ni la menor, está al medio, tirando pa' bajo ¿o pa' arriba? Quien puede saber la respuesta a esto? En qué texto estaba? Filo, marqué la e)

(era la d))

Pero yo tranquilo ahí pensando que si la tenía mala, los demás también. Y agradeciendo las preguntas sobre pintura chilena que supe responder gracias a que cuando chico me compraban el Icarito.

La secretaria me vio que ya estaba afuera y me saludó con un "bien, muchacho!".

Y como un muchacho bien yo me sentí todo el rato. Tengo la edad apropiada, que no puede ser más de 30 ni menos de 25. Tengo la facha apropiada, de chileno empeñoso que toca la guitarra y construye mediaguas, pero pelito corto y barba afeitada, zapatos lustrados, en fin.. "Sólo buscamos, la oportunidaaaad". Entre los postulantes cundían los rumores sobre los criterios de selección, un rubio quebrado decía "les apuesto que al final lo que importa es la percha, que revisan los antecedentes y las notas y al final votan por nosotros los más pintosos"

O-keeeey!, pero igual no se me escapaba que me estaba incluyendo en ese grupo.

La suerte está echada, está echada a perder. Qué es la suerte? Tiene agenda la suerte? Me cuesta convencerlos de que este concurso público no está viciado por los pitutos. Un sobrino abogado de la Faride Zerán (directora de la escuela de periodismo de la U de Chile) me dice que su tía le dijo que así era, y vamos, quien soy yo para contradecir a su tía?

Y en eso llegan los alumnos de la Academia, los elegidos que ingresaron la vez que yo postulé hace dos años. Me saludan, me dicen que seguro me va a ir bien, que me fue bien la vez pasada. Me hacen sentir demasiado favorito. Y siento que los demás me miran como si los ojos se me hubieran vuelto azules.

La suerte está echada, está echada de menos. Terminadas de llenar las casillas en la hoja de respuestas me pasan una hoja en blanco donde debo escribir las razones que me hacen un buen candidato.

Y nada, me falla la inspiración. Lleno la hoja de palabras bonitas y vacuas, grandilocuencias sin significado. Hablo del servicio público y de la patria y del ser un digno representante ante la comunidad internacional y como el periodismo me ha enseñado la importancia del diálogo y la apertura a otras culturas y yadda yadda yadda. Me doy sueño yo mismo, esto parece escritura automática, me digo que si lleno la hoja va a verse más falso todavía, así que amago en la mitad y termino con un juego de palabras moderadamente ingenioso.

Qué me pasa? Acaso no es esto lo que yo quiero? Por qué me cuesta tanto desear algo con toda el alma? Cuando me volví tan cínico?

La suerte está echada, está o no está? Siento que depende de la suerte, que fue una prueba demasiado específica y que muchos habrán salido despavoridos pensando que no tenían posibilidad. Y que tal vez tengan razón.

Yo pienso, qué pienso? pienso que sea cual sea el resultado me conformaré. Pienso que la Academia puede ser una respuesta facilona a mi vida, siendo que yo disfruto más las preguntas.
Pienso que no quiero y no puedo y me rehuso a pensar en el futuro, porque cada vez que pienso en el futuro me veo siempre solo, mirando hacia atrás, convertido en estatua de sal.

No me fue bien, pero pienso que a los demás les fue peor. Y que si no quedo entre los 50 veré con demasiado respeto a los que supieron responder correctamente el examen.

Pero no sé, no sé, no sé, no sé nada. Sé en qué año se firmó el tratado de Westfalia, pero no sé cuál diablos es el camino correcto que debería seguir, dónde ir, por qué ir. Necesito un tú para orientarme. Un tú que nunca he encontrado.

Quiero ser una buena persona, en verdad quisiera serlo, to better myself, "siempre deseé ser un apóstol", sabes?, y sin embargo siento que mis deseos están afónicos de soledad, quisiera que la suerte no jugase ningún rol en esto. Quisiera ser el héroe de tu fotonovela. Que las cosas me cuesten más y a la vez me cuesten menos, porque hay un tú que les da sentido. Quisiera que estuvieras aquí conmigo. Pero la tecla de la trompeta, la que suena Tú, no emite sonido alguno.

La suerte está echada, y yo me echaré a su lado, trataré de dormir una siesta, hoy ya no hay más quehacer y en verdad estoy cansado.