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Barro a Secas: Yo soy el monstruo

Tuesday, February 28, 2006

Yo soy el monstruo

Lo primero al llegar a Viña, cruzando calle Valparaíso desde la plaza Vergara, un chico de unos quince años en silla de ruedas me pide que le ayude.

Yo estoy a punto de decirle que no tengo dinero cuando me doy cuenta que lo qué en verdad me está pidiendo es que le empuje la silla, él también va al Festival.

Siempre había querido hacer esto, agarro firme el respaldo de la silla y partimos rumbo a la fila, que ya son casi las seis y está lleno de gente esperando para agarrar la mejor ubicación en galería.

El chico se llama Alejandro, me dice que ayer fue a ver a Amaral y que estuvo muy bueno, yo le digo que a mí también me gustó, que los vi por televisión y estoy seguro que ahora van a vender muchos pero muchos discos.

Alejandro saluda a un montón de gente en la calle, me entero que es viñamarino. Y cómo llegaste acá? Me vine en micro, responde impávido. Finalmente llegamos a la fila y me pide que le saque del bolsillo chico de la mochila su entrada y se la pase, tanta confianza en los extraños me apabulla. Hasta que aparece una señora amiga suya y se lo lleva por una entrada especial, me ofrece ir con él, pero yo tengo que esperar a unos amigos. Chao, buena suerte.

Hay mucha gente que ha venido a la noche de clausura del Festival de Viña. El público de Franz Ferdinand mezclado con el de Ruperto (humorista circense) y el de la Sonora Palacios ("El galeón español"). Todos apretujados y empujando por entrar, así de la promiscuidad de los espacios comunes nace el monstruo de la quinta. Al principio podía leer ("Los delitos insignificantes" de Alvaro Pombo), pero después ya no hay caso, me fundo en la masa. Cuando finalmente llegan los pacos a tratar de embutirnos en algo parecido a unas filas, aparece al medio tras la división de las aguas una chala guacha pisoteada entera. El paco se caga de la risa, y nosotros también. El monstruo ha cobrado su primera víctima y al monstruo no se le pueden pedir remordimientos.

El monstruo es el público de la galería, que desde tiempos inmemoriales juega al circo romano en el Festival de Viña. Ahora su sadismo ya está más domado, expertos en acústica han logrado que su influencia ya no sea tan lapidaria. Eso se vio el día de los Chancho en Piedra, cuando pifiaron a los Tigres del Norte y a Julio Sabala. Los pifiaron y tuvieron que irse sin premios, pero al menos por la TV no se notaba la carnicería de rechiflas de otros años.

A la entrada unas promotoras de radio Cooperativa regalan unos autoadhesivos con la leyenda "Yo soy el monstruo". Lindo detalle.

Ya en las gradas, muy amplias y con vista espectacular, veo llegar a la Maca y Ricardo. Pinches cabrones, no hicieron ninguna fila y ni falta que les hizo. El tiempo se pasa confeccionando avioncitos de papel con la revista oficial del festival que entregaban a la entrada. Los avioncitos degeneraron en bolas de papel y al poco rato ya tenemos un "corredor de la muerte", que canaliza toda la violencia y el espíritu lúdico del público.

"Hueco!!!!!", les gritan a los que atraviesan el callejón y parecen disfrutar de la artillería de celulosa. Es una homofobia curiosa, se necesita igual tener cojones para hacerle frente al monstruo. Uno de los toreros se detiene, hace un gesto de "Me lo decís a mí?" seguido de una parodia de llanto desconsolado, muy gracioso. Otro, un gordito al que le gritaron "Tiene tetas!!" y "Luciana!!!", se agarra las "tetas" y saca la lengua. La lectura sociológica de todo esto es alucinante. Hasta que llegan unos guardias y encaran al parcito que inicia los gritos, el público entero empieza a gritarles (a los guardias) "Chaaaaoooooo, chaaaaaooooo". Son nuestros cabecillas y es preciso defenderlos contra los esbirros de la autoridad.

El ballet de Claudia Miranda sale al escenario para desentumecer a los espectadores, y entre medio nos hacen cantar con los auspiciadores: Santa Isabel y Jumbo. Después de todo, el Festival de Viña no es muy distinto del Festival de la Una. Fantaseo imaginando una pelea entre las mascotas de ambas cadenas de supermercados. Eso si que sería un espectáculo de calidad.

Como el que se viene, directo desde Escocia, elegidos por la revista NME como la mejor banda en vivo del 2005, Franz Ferdinand!!!

Continuará....

3 Comments:

Blogger Sofía Frost said...

Nunca he ido al festival. No lo veo ni me dan ganas. Pero me siento un monstruo de vez en cuando.
Un micromonstruo un poco más anónimo pero más efectivo en su esfera.
Esa soy yo.
Besos Barro.

5:47 AM  
Blogger Pina said...

Creo que en todas partes hay mostruos (micro, macro o mega)... creo que soy otro, tal vez peor.
saludos desde las tierras de los Tigres del Norte

8:02 AM  
Blogger Barro said...

Gracias d.i.s. por tu comentario, no podría terminar de agradecerte. Ni un cirujano plástico me podría haber dibujado una mejor sonrisa.

1:00 PM  

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