Amor a larga distancia

Excusas, no son más que excusas. Me dicen que siempre encuentro la manera de evitar el camino tradicional, tener un pololo, un trabajo, una vida. Me visto de excusas como las mujeres islámicas se visten con velos.

Y yo me digo no, no es esa mi intención. Pero hasta que punto las intenciones pertenecen a reino de nuestros pensamientos conscientes?

Ahora no me siento solo. Ahora diría que tengo a alguien. Llegaría incluso a ponerle un nombre y llamarlo mi "pololo virtual".

Me encanta, me estimula, me enrabia y me excita, me imagino envejeciendo con él, hablando de trivialidades en la cama, deseándolo en el supermercado, en la fila del cine, en la cancha de tenis o en alguna misa a que nos toque ir. Me hace sentir, cómo decirlo, me hace sentir que tengo la clave de su felicidad y que a él bien podría confiarle la clave de la mía.

El punto es que no está en Santiago, no está en Chile, ni siquiera compartimos hemisferio. My precious está en Bélgica. Y seguirá allá por un tiempo al parecer. Es chileno por si acaso.

Ningún problema, tengo pasaporte comunitario, puedo irme a vivir allá. Salvo que no tengo dinero. Ningún problema, puedo trabajar. Salvo que no soy tan proactivo como debiera. Ningún problema, el amor bien puede ser la motivación esa que me falta.

El amor, sí, el amor. Hay que ser rematadamente ingenuo.

C es "husband material". Un poco menor que yo, un poco más alto, diferencias que pueden resultar saludables. Me conecto a msn y ahí está, hablandome de absolutas y encantadoras nimiedades. Ama a Sinead O' Connor, Fiona Apple, Ellen de Generes y Jodie Foster. Es extremadamente rápido con el teclado y con google. No es muy social, tiene pocos amigos y se siente solo en Bélgica. Tal vez en persona sea insoportable, pero por internet me tiene completamente infatuado y él lo sabe, no me dice que el también me quiere, nunca tan mamón, pero si no me conecto un día al siguiente me putea. En el fondo y a su manera, está loco por mi.

Como no recuerdo ningún otro hombre lo haya estado, diablos, si parece que el sentimiento fuera mutuo!! Yo le digo y le digo cosas, pero qué caso tiene? la distancia es de momento y para las cosas que importan, infranqueable, le digo que se consiga un pololo que le haga el amor tal y como yo se lo haría, es que vamos, chatear con él es una erección constante. Es metáfora y es realidad.

Recuerdo la historia de Mark Allen, el tipo que tenía un website con cámara en New York y pinchó con otro cam-boy en San Antonio, Texas. Tenían citas online, se mandaban regalos, todo esto a vista de los visitantes de sus sitios web. Finalmente se reunieron y...no fue lo mismo, claro.
Mark escribió después que lo de ellos había sido una especie más de fetichismo, que tuvo que aceptar que no estaba enamorado de Bryan, sino de su propio computador Mac, que así como tenía a Silent Hill y Age of Empires III, ahora tenía a un texano guapo e ingenioso conectándose a ciertas horas que a él le resultaban convenientes.

Es tanta la necesidad de amor que uno puede caer en este tipo de trampas aun cuando esté ya archiadvertido de lo espúreo de todo el asunto?

Si, por cierto que lo es.

C me dice que sea sensato, que sea alemán. Y así superamos nuestra primera pelea, ahora trato de disfrutar lo disfrutable, disfrutar del "es lo que hay" en vez de construir castillitos en el aire.

Easy to say.

Ahora mismo C debe estar emputecido conmigo, me dijo que se había echado un ramo (él está estudiando Física) y que pensaba que se iba a echar otro mañana. Le digo que estudie, me dice que no ha comido en todo el día, que se siente nostálgico y solo y que quiere volver a Chile.

Y yo le digo y le digo cosas pero al cabo son solo palabras, al cabo soy como el perrito de Windows al que nadie tiene por qué hacer caso. Me da rabia pensar que C debería estar estudiando y no perdiendo tiempo quejándose conmigo de cosas tan imposibles de modificar como que estemos en 2006 y no 2002. Así que me desconecto.

Es triste pensar que así pasamos los mejores años de nuestras vidas, la flor de nuestra juventud, frente a una pantalla radiante y un teclado helado.

Pronto se invertirán las estaciones, en el norte hará calor y en el sur habrá frío. Y un joven profesor belga le escribirá a un compatriota suyo que ha venido a Santiago a aprender español, "cómo quisiera estar junto a ti, los días están espléndidos en la Wallonie, y tú allá en Chile tan solo".