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Barro a Secas: Königsberg

Tuesday, August 16, 2005

Königsberg


Hay una obsesión que me queda, que tal vez por tan alejada de mi realidad y de lo realizable, se ha sabido conservar ella sola.

Me gustaría escribir una novela, una novela sobre Königsberg.

Más que escribirla, de hecho, me gustaría leerla. Pero como al parecer no existe ninguna, no queda otra opción.

Königsberg era la capital de Prusia, ahora se llama Kaliningrado, pertenece a Rusia y es la capital de Prusia Oriental.

A mí me gusta pensar de ella que es la espina clavada en la pata de ese gran león dormido que llamamos Historia Europea.

Walter, mi amigo periodista de Berlín fue una vez a Kaliningrado. Cuando le pregunté me dijo que era un sitio deprimente.

Y cómo no iba a serlo. El XX fue un muy mal siglo para esa ciudad.

Piensen en la hambruna de la Gran Depresión seguida por la llegada al poder de los nazis, seguida por la Segunda Guerra Mundial, seguida por la ocupación soviética, seguida por la expulsión de casi todos sus habitantes a gulags, seguida por la llegada de campesinos ucranianos y rusos que debían ignorar la historia previa de la ciudad, seguida por el colapso de la Unión Soviética, que la dejó languidecer mientras al otro lado de sus militarizadísimos bordes Polonia y Lituania eran admitidas en la Unión Europea y empezaban a medrar.

Tan malo que cuesta imaginar que alguna vez haya sido bueno.

Pensar que el filósofo Immanuel Kant vivió toda su vida en ella. Que una leyenda de un navío local inspiró la ópera "El holandés errante" de Wagner. Que un famoso problema matemático de Leonard Euler está inspirado en los siete puentes que alguna vez tuvo.

El rey Federico el Grande (filósofo y gay según el chismoso de Voltaire; a los 18 años se fugó del ejército con su amigo Katte, cosa que a papá el rey Federico Guillermo I no le pareció nada bien, Federico Jr. fue obligado a contemplar la decapitación de su amado, y luego a casarse con una princesa alemana, a quien ignoró olímpicamente toda su vida y con quien no llegó a tener hijos), digo que Friedrich fue coronado en el castillo de Königsberg, que los rusos dinamitaron en 1968 para construir encima esta bazofia (que para colmo quedó inconclusa):

Ayer llegué a una página web de un matemático australiano que viajó a Kaliningrado para ver si seguían en pie los siete puentes de Euler. Su interesantísimo relato está aquí.

Y nada, Jeff me mandó una postal desde Estambul que me hizo recuperar mis cabales (ver post anterior), Jeff está sacando la ciudadanía lituana y me dice que pronto seremos los dos europeos. Y se me ocurre que podría acompañar a Jeff cuando vaya de visita a Lituania, y de paso vamos a Kalininingrado/Königsberg, que está cerca.

Una novela, dije?

Si, si, Kurt Vonnegut escribió una buena sobre Dresde, y yo creo que Königsberg da para más todavía. Me encanta la idea de lo que debe ser haber nacido ahí, ser un ruso nacido ahí y saber que la ciudad tiene una historia y una cultura propia que fue barrida, que toda su población original fue exiliada y que su castillo fue dinamitado. Una ciudad de reyes antiguos cuyo pasado fue desechado para construir el socialismo y que todavía en el siglo XXI no sabe que futuro le espera.

Leí que en una conferencia de prensa Vladimir Putin tuvo que indicar en un mapa donde se encontraba Kaliningrado, porque muy pocos sabían. Es que para colmo, Prusia Oriental ya no comparte frontera con Rusia, antes hay que pasar por Polonia (flamante miembro de la OTAN) o Lituania. Sin embargo, Prusia Oriental sigue siendo rusa.

Y qué hacía Putin hablando de Kaliningrado?, pues resulta que tras décadas de olvido ahora hay un plan de desarrollo para la zona, la ciudad fue declarada paraíso fiscal, se reconstruyó la catedral y hay planes para recuperar parte de su herencia histórica.

Lo cual es diplomáticamente peliagudo, se entiende. Pero es sin duda una iniciativa loable, leo en Wikipedia que al menos 6000 alemanes étnicos de Kazajstán se han trasladado a Kaliningrado desde la disolución de la Unión Soviética.

Kaliningrado es una ciudad que basicamente no debería existir, una ciudad zombie, que tras tanta fatalidad debería haber muerto pero muy a lo Rasputín, sobrevivió. Pero qué sobrevivió?

Sobrevivió la catedral con la tumba de Kant, porque a los soldados rusos se les metió en la cabeza que Kant había servido de inspiración a Marx (extraño razonamiento).

Y bueno eso, que me gustaría leer una novela sobre esa ciudad, y que me gustaría escribirla, pero como no sé ruso y no sé polaco, y no sé alemán. Digamos que se queda en sueño y/o afición excéntrica.

El cuento con los puentes de Königsberg (sólo dos de los 7 originales siguen en pie)) es que se supone que sus habitantes solían pasear por ellos tratando de pasar solo una vez por cada uno. Euler demostró que eso no se podía y dio origen a la Teoría de Gráficos, de vital importancia para el desarrollo de la computación.

La pregunta es, se puede o no se puede revivir el pasado? Que puente es necesario construir para que una ciudad como Königsberg, a la que le extrajeron el corazón (sus habitantes, su cultura) y le injertaron uno nuevo que nunca se sintió muy a gusto, recupere su alma?

Es Königsberg un monstruo, un engendro de la historia que no merece la salvación?
Y qué somos nosotros entonces?

No dije que era un proyecto ambicioso?

6 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Te pasate. Post super inspirado y super inspirador.
Keep it up!

PS1: No vayas a Lituania. Los lituanos son los seres más pesados de este planeta. Trabajé con tres...
PS2: Ojalá que te resulte lo de la Academia... se nota que te pesa chilito y que tienes cuerda para rato con el extranjero...

Besos
Pepinot

11:52 AM  
Blogger Vero said...

¡Antiguos habitantes de Königsberg, retuérzanse en su tumba!
:)

12:58 PM  
Blogger jaimePL said...

Con tus links terminé me demoré como 1 hora en leer el post entero. Averigué hata cuántas veces iba al baño Euler tratando de resolver lo de los puentes.
A mi me pasaron algo de Euler por ahí, pero no me acuerdo que fue. Lo revisaré.
Me gusto el post. Me gustó la historia de Konigsberg y puta que me gusto la catedral. Que perfecta.
Dale con el libro!. Si la ciudad no la conocen muchos, entonces un poco de imaginación y creatividad no le hace mal a nadie.
Suerte!!!

12:48 AM  
Blogger Sofía Frost said...

No pude resolver lo de los puentes. Qué lata.
Muy buen post.

6:07 PM  
Blogger Barro said...

Donguorry Sofia, si de hecho, lo que Euler demostró en el siglo XVIII es que el problema de los puentes de Königsberg No Tiene Solución.

Habría sido bonito eso en el colegio, - "el problema no tiene solución, profe"
- "excelente!, un 7.0"

6:10 PM  
Blogger Polilla said...

Topísimo post. Uno de los que más me ha gustado últimamente.
xxx

2:20 AM  

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